Adicción a las compras

Esta época suele venir acompañada, para la mayoría de las personas, de un aumento en la cantidad de compras que realizamos. Ha empezado esta semana pasada, con recientemente famoso “black friday”, seguido del “ciber monday”, pero que no se nos olvide que las navidades están ahí a la vuelta de la esquina y que, a continuación, llegan las rebajas de Enero (que, por cierto, en los últimos años se adelantan de fecha). Todo está preparado para que quien más y quien menos prepare la cartera porque…la usará.

Y esto, en sí ya es difícil de controlar para la mayoría, podemos imaginarnos lo que puede suponer para alguien que sufra adicción a las compras. Esta adicción es la incapacidad para controlar los impulsos que llevan a hacer, constantemente, compras nuevas, en su mayoría de productos que no se necesitan ya que el placer está en la compra en sí, lo que se compra puede pasar al olvido antes incluso de llegar a casa. Estas personas pueden llegar a gastar más de lo que poseen y generar dificultades laborales y familiares a consecuencia de ello, dichos problemas pueden generar en la persona un sentimiento de culpa, lo que genera más ansiedad y alimenta el círculo vicioso, potenciando nuevas compras que calmen el malestar.

Este problema se cree que afecta a un 3% de la población, siendo la edad media de 40 años y afectando más a mujeres que a hombres. Pero es difícil de detectar, ya que también se estima que, por ejemplo, un 40% de los españoles hace más compras de las que realmente necesitaría, así que podemos decir que socialmente está bastante más aceptada que la ludopatía o las adicciones a sustancias.

¿Cómo descubrir si padecemos este problema?

  • Sentir fuerte deseo de comprar, que resulta irresistible
  • Perder el control sobre la conducta de comprar (sobre el gasto o lo que se compra)
  • A medida que pasa el tiempo, este hábito ocupa más tiempo en el día a día
  • Sentir nerviosismo, ansiedad, irritabilidad en caso de no llegar a poder hacer la compra
  • Sentimientos de culpa después de sucumbir al impulso
  • Interferencia significativa en la vida de la persona (familia, trabajo, relaciones…)

Medidas útiles

  • Hacer una lista de lo que realmente se quiere y se necesita, antes de ir de compras
  • Sopesar la conducta de comprar, analizando los productos, comparando tiendas
  • Hacer las gestiones tranquilamente, sin prisas
  • Tratar de analizar si sobrevienen sensaciones de agitación o intranquilidad mientras compramos

Espero que estos consejos puedan ser de utilidad, pero si al leer esta entrada, os reconocéis en lo escrito y necesitáis no dudéis en consultarme, puedo ayudaros a aprender a controlar esos impulsos, la terapia cognitivo-conductual puede resultar altamente eficaz.